introducción
Antes de mostrarte la carta que recibí, quiero contarte algo desde mi experiencia. A lo largo de mi carrera, muchas de mis clientas no son modelos profesionales. Son mujeres reales, mayores de 40 años, dedicadas a distintas labores: arquitectas, odontólogas, profesoras, amas de casa…
La mayoría son madres. Algunas están casadas, otras divorciadas, pero todas tienen razones muy personales para querer hacerse una sesión de fotos: algunas para fortalecer su autoestima, otras para sorprender a su pareja con un regalo íntimo, y otras simplemente por cumplir un sueño que postergaron por años.
Muchas de ellas me escriben con timidez. Algunas son amigas y no saben cómo decirme que quieren unas fotos sensuales, incluso desnudas. Quieren hacerlo antes de que el tiempo siga pasando, antes de que la vergüenza y la vejes les robe esa oportunidad.
A todas ellas, especialmente a las que aún dudan, quiero decirles esto: háganlo. Conmigo o con cualquier otro fotógrafo, pero no dejen pasar esta experiencia. La vida es hoy!. Tal vez en el más allá no haya fotógrafos… 😄 📸
PD: Nunca publico fotos sin autorización.
— Germán Canón —
Para entrar en contexto:
Un fotógrafo recibió hace poco una carta inesperada por parte del esposo de una de sus clientas. Ella, una mujer de 40 años, quiso regalarle a su marido unas fotos sensuales. Pidió que, por favor, retocara ligeramente su figura en Photoshop para verse un poco mejor.
Quería reavivar la chispa en su relación. Pero lo que recibió su esposo no fue solo un regalo… sino también un llamado al corazón. A continuación, comparto con ustedes su respuesta:
CARTA:
Hola Germán,
Soy el esposo de [nombre de la clienta], mi nombre es [nombre del marido].
Te escribo porque hace poco recibí un álbum con las fotografías que tomaste a mi esposa.
Quiero aclarar que no estoy molesto contigo, en absoluto. Pero sí siento la necesidad de compartir contigo lo que sentí al verlas.
Llevo con mi esposa desde que tenía 18 años. Tenemos dos hijos maravillosos y, como todas las parejas, hemos tenido nuestros altibajos. Estoy seguro de que esa fue una de las razones por las que decidió hacerse esas fotos: para encender nuevamente la chispa entre nosotros.
Ella a veces me dice que cree que ya no la encuentro atractiva. Que no me culparía si alguna vez me fijara en una mujer más joven, porque ya no se siente bonita.
Cuando abrí el álbum que me regaló… mi corazón se aceleró.
¡Wow! Las fotos son increíbles. Se nota tu talento y profesionalismo. Pero… la mujer en esas fotos no es mi esposa.
Sé que hiciste exactamente lo que ella te pidió: retocar su figura, eliminar lo que ella ve como “defectos”. Pero al hacerlo, también borraste una parte de nuestra historia.
Quitaste sus estrías… y con ellas, las huellas de nuestros hijos.
Eliminaste sus arrugas… y con ellas, más de dos décadas de risas y preocupaciones compartidas.
Borraste su celulitis… y con ella, todos los postres, comidas y antojos que hemos disfrutado juntos.
No te escribo para culparte. Hiciste tu trabajo. Y lo hiciste muy bien.
Te escribo para darte las gracias.
Gracias, porque al ver esas imágenes, entendí que necesito decirle más seguido cuánto la amo. Que tengo que recordarle cada día lo hermosa que es para mí, tal y como es.
Ahora lo tengo más claro que nunca:
Quiero seguir amando cada una de sus marcas, porque cada una de ellas cuenta nuestra historia.
Gracias por este álbum. Es una obra de arte.
Y, más allá de eso, fue un regalo que me despertó el alma.
Con gratitud,
[nombre del marido]
Conclusión:
Esta carta no solo es un testimonio de amor, sino un poderoso recordatorio de que la belleza real está en las marcas de la vida, en cada risa compartida, en cada momento vivido. A veces, queremos ocultar lo que precisamente nos hace únicos. Pero para quien de verdad ama, esas “imperfecciones” son tesoros: cicatrices que narran historias, arrugas que guardan risas, curvas que hablan de experiencias compartidas.
El esposo no rechazó las fotos, sino que reafirmó algo aún más profundo: que el verdadero amor no necesita retoques. Que el cuerpo que envejece es también el cuerpo que ha amado, criado, reído y luchado. Y que recordarlo a tiempo puede transformar una simple sesión de fotos… en una poderosa lección de vida.
Porque, al final…
lo que permanece no es la imagen perfecta, sino el amor imperfecto que se elige todos los días.
German D Canon C.
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has pasado por una situación parecida? me gustaría saber tu opinion deja tu comentario aquí abajo
julio 9, 2025 Author Luis CB
Esta vivencia profesional y la narrativa expuesta, catapulta la definición del amor verdadera. Gran trabajo . El mensaje es alentador y de acción inmediata , en la vida , los momentos deben ser eternos y ejemplarizantes. .
julio 10, 2025 Author Sandra Tejada
Las cicatrices del paso del tiempo son las carreteras del alma. Me encanta, querido German. Un abrazo.
julio 22, 2025 Author Laura Alvarado
Es un realidad muy hermosa y que nos enseña que el amor es un decisión que día a día se construye aceptando a la persona que amas tal y como es !!!! Me encanto